Conmovida por la situación del país, la empresaria suiza Renata Jacobs se propone acompañar a los cartoneros con el fin principal de armar un proyecto educativo para sus hijos.
Luego de trabajar con distintas agrupaciones, conoce a Carlos Mancilla primer presidente de la Cooperativa Las Madreselvas y nace “Cartoneros y sus Chicos – Mejor educación, mejor vida”.
Renata llevaba muchos años viajando Sudamérica, y especialmente por Argentina. Siempre tuvo como deseo dar voz a las minorías y a los grupos de población menos privilegiados, e integrarlos en la sociedad. Gracias a su gran apoyo, el proyecto logra acercarse cada vez más a su filosofía de que todas las personas tienen el mismo derecho a la educación y deberían tener la posibilidad de un futuro mejor.
Con la crisis del 2001 un grupo de personas empezaron a viajar todos los días a la ciudad de Buenos Aires a juntar reciclables para poder venderlos y llevar comida a sus casas.
A partir de empezar a juntarse y organizarse se constituyeron como cooperativa de trabajo con 600 recuperadores urbanos. Con esto, obtuvieron su propia flota de transportes y una planta de reciclado en el barrio de Nuñez, valorizando su trabajo y el cuidado del medio ambiente.
Fueron reconocidos por el Estado y hoy son parte del sistema de reciclado formal del GCBA, teniendo como función principal la recolección de residuos reciclables en las zonas de Saavedra, Coghlan, Nuñez y Belgrano.
La Cooperativa resulta un aliado estratégico aportando personal y recursos económicos al proyecto. Sin ellos nada de esto sería posible.